¿Qué harías si el niño que se niega a crecer se convirtiera en tu peor pesadilla y el polvo de hadas fuera una droga mortal?

En Peter Pan: Pesadilla en la Tierra de Nunca Jamás (2025), Wendy Darling (Megan Placito) vive una pesadilla cuando su hermano Michael desaparece sin dejar rastro. La pista la lleva a Peter Pan (Martin Portlock), un psicópata perturbado que secuestra niños con un oscuro propósito: preservar su juventud eterna a toda costa. En su senda retorcida lo acompaña una Campanita drogadicta, intoxicada por lo que ella cree que es “polvo de hadas” pero que en realidad la consume a ella. 

Wendy, con el corazón roto y las pulsaciones al límite, recorre ruinas y mansiones abandonadas en busca de Michael, enfrentando un mundo en decadencia y los ecos horribles de la inocencia corrompida. El terror crece con cada paso: los árboles parecen susurrar, los pasos de Peter retumban en el sótano, y el grito de una campanilla en retirada anuncia el desenlace. ¿Podrá rescatar a su hermano antes de que Peter complete su macabro ritual?

Dirigida por Scott Chambers dentro del universo «Twisted Childhood», la película transforma al clásico cuento infantil en un slasher de bajo presupuesto sin pelos en la lengua. Su ambiente opresivo y su tono visceral recuerdan a producciones tipo Winnie the Pooh: Blood and Honey, pero con una violencia más contenida; sin embargo, los efectos prácticos rudos y la atmósfera cruda tienen sus limitaciones. 

Las críticas son mixtas: en Rotten Tomatoes ostenta un 43 % de aprobación crítica, aunque con un 70 % de audiencia más indulgente . Variety elogia su giro grotesco sobre el cuento (gore + disturbio psicológico) y la actuación atrapante de Portlock como un Peter profundamente desquiciado, aunque Morrison, de IGN, lo critica por su falta de identidad propia y velocidad desigual. Usuarios de Letterboxd lo defienden como “el slasher infantil más divertido del año”.

Análisis profesional: Pesadilla en Nunca Jamás nunca pretende ser una obra maestra, sino una reinterpretación atrevida y sangrienta de nuestra nostalgia. Sí, algunas actuaciones resultan irregulares y el ritmo decae en actitudes forzadas, pero su crudeza y su capacidad de transgredir convenciones adultas e infantiles le dan personalidad. Si eres fan del terror B‑movie y tienes estómago para ver cómo la inocencia se descompone, por momentos encontrarás aquí un viaje retorcido y memorable. 

En resumen, Peter Pan: Pesadilla en la Tierra de Nunca Jamás es un cuento convertido en pesadilla: una experiencia visceral, retorcida y sin tapujos que rompe con los moldes de las adaptaciones infantiles. No es para todos, pero si lo tuyo es el horror crudo con nostalgia oscura, este Peter Pan te volará la cabeza… literalmente.