Tras sobrevivir inesperadamente al brutal Tercer Vasallaje de los 25, Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) es rescatada por los rebeldes del secreto Distrito 13. Fuera de la arena por primera vez, pero rota por dentro, Katniss debe enfrentarse a una nueva y más peligrosa guerra: la de convertirse en el símbolo de una rebelión que no pidió liderar.

Mientras lucha por recuperarse emocional y físicamente, descubre que Peeta Mellark (Josh Hutcherson) ha sido capturado por el Capitolio, al igual que otros tributos como Johanna Mason (Jena Malone) y Enobaria. En manos del presidente Snow, Peeta es sometido a una despiadada tortura psicológica que amenaza con convertirlo en enemigo de todo lo que alguna vez amó, incluso de Katniss.

La vida bajo tierra en el Distrito 13 no es lo que esperaba. La líder rebelde, la implacable Alma Coin (Julianne Moore), quiere convertir a Katniss en el Sinsajo, un símbolo propagandístico capaz de unificar a los distritos en su lucha contra el Capitolio. Pero Katniss, aún desconfiada y emocionalmente aislada, se ve forzada a tomar decisiones dolorosas sin poder confiar del todo ni en sus antiguos aliados.

Finnick Odair (Sam Claflin), devastado por la desaparición de su amada Annie, y Haymitch Abernathy (Woody Harrelson), su mentor, tampoco ofrecen el apoyo que solía tener. Aislada, confundida y manipulada, Katniss deberá decidir si está lista para encender una revolución… o si quedará atrapada entre las sombras de sus recuerdos y el peso de su papel como figura de esperanza.

The Hunger Games: Mockingjay – Part 1, dirigida por Francis Lawrence, marca el comienzo del desenlace de la saga: un thriller político y emocional en el que las batallas no solo se libran con armas, sino con ideas, imágenes… y decisiones imposibles.