«Joker: Folie à Deux», dirigida nuevamente por Todd Phillips, regresa al mundo perturbador y fascinante de Arthur Fleck, interpretado magistralmente por Joaquin Phoenix. Esta secuela no solo explora la psique de un hombre quebrado, sino que amplía su universo al introducir a Harleen Quinzel, interpretada por una sorprendente Lady Gaga. La relación entre ambos personajes, marcada por la codependencia y la locura compartida, es el eje central de la historia, desarrollada en un tono completamente distinto al de su predecesora. A través de un arriesgado giro hacia el musical oscuro, la película utiliza números musicales como un reflejo de los estados mentales de los protagonistas, creando una experiencia que mezcla lo surrealista con lo visceral.

Las actuaciones son, sin duda, el punto más destacado de «Joker: Folie à Deux». Phoenix entrega otra interpretación memorable, capturando la vulnerabilidad y la violencia inherente a Arthur. Gaga, por su parte, sorprende con una Harleen Quinzel multifacética, cuya transformación en Harley Quinn está llena de matices. Aunque el tono musical de la película puede no ser del agrado de todos, es innegable que Phillips ha tomado una dirección audaz y experimental que desafiaba las convenciones del género. Con una narrativa que profundiza en temas como la obsesión, la soledad y la desintegración social, «Joker 2» es una obra que polariza opiniones, pero deja una marca imborrable en quienes se atreven a adentrarse en su caótica realidad.